Los gatos son para muchas culturas protectores, guardianes, veladores del alma de los muertos y puros también.
Las supersticiones con respecto a los gatos en nuestro entorno rural son muy amplias, algunas de estas supersticiones son tan difíciles de creer y otras que son tan simples que pasan por desapercibidas.
Lo siguiente es un breve relato que nuestra familia vivió hace algunos años.
Mi madre nos contó que un día normal estando en la casa, cuando ya daba la hora de preparar la comida para que cuando llegáramos de la escuela y mi papá del trabajo pudiéramos comer juntos, el día normal se volvió desconocido.
Cuando mi madre estaba a punto de prender el fogón para empezar a cocinar, un gato se trepó al bracero y muy rápido empezó a rascar el fogón desde el centro y retiró ceniza con sus manos.
Brincó del fogón y corriendo en sus dos patas con la ceniza en sus manos la fue tirando hasta salir de la casa.
En mi pueblo se cree que cuando un gato rasca el fogón desde el centro es porque está prediciendo la muerte de alguna de las personas que viven en la casa o de un familiar muy cercano, es decir, está preparando la tumba de alguien.
A los tres días de lo acontecido en casa, atropellaron a mi abuelo en un pueblo vecino y poco tiempo después falleció.
Las supersticiones que conocemos en nuestros pueblos a veces pasan por desapercibidas hasta que vemos los hechos.