Las mujeres rurales son agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible. Empoderar a este colectivo no solo es fundamental para el bienestar de las personas, familias y comunidades rurales, sino también para la productividad económica general, dada la amplia presencia de mujeres en la mano de obra agrícola mundial[1].
En este sector encontramos a las mujeres artesanas, con quienes la Red Binacional trabaja para fortalecer sus liderazgos, contribuir a su empoderamiento y la reducción de la vulnerabilidad en la que se encuentran.
Con base en datos del Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 93.5 por ciento de las mexicanas rurales son ubicadas en condición de vulnerabilidad, ya que no tienen acceso a la educación, a la salud, a la seguridad social, a la infraestructura de vivienda, a los servicios básicos y a la alimentación. Además de que la mujer rural percibe 75 por ciento menos salario, en comparación con el que perciben los hombres del campo[2].
En nuestro País, la situación de las mujeres no ha tenido grandes avances, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), emitió sus observaciones finales sobre el Noveno Informe Periódico de México, el 25 de julio de 2018, con las que recomendó al Estado Mexicano:[3]
“Incremente los recursos financieros, humanos y técnicos asignados a la educación y la atención de la salud de las mujeres indígenas y del medio rural. Amplíe el acceso de las mujeres indígenas y del medio rural a la propiedad y a la tenencia de la tierra, entre otros medios. Velando porque tengan una representación adecuada en las instancias de decisión sobre el acceso a los ejidos y otros tipos de tierras comunales; fortalezca el apoyo institucional para garantizar el acceso de las mujeres indígenas a servicios básicos como el agua y el saneamiento; y a oportunidades de empleo y mejore el reconocimiento y la preservación de sus prácticas culturales tradicionales.”
La Red Binacional, a través de su metodología, cuenta con un programa de fortalecimiento de las mujeres artesanas rurales, que va de lo individual a lo colectivo, hacia la igualdad de género y la construcción del conocimiento a nivel empresarial, productivo y comercial, para contribuir al empoderamiento relativo* de las mujeres artesanas.
*Entendido
esto como un empoderamiento que contempla el ejercicio de la toma de decisiones
de las mujeres, en un entorno comunitario y familiar observante de usos y
costumbres.
[1] http://www.unwomen.org/es/what-we-do/economic-empowerment/rural-women
[2] http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Comunicados/2018/Com_2018_307.pdf